miércoles, 29 de febrero de 2012

"Linux existe"

Hoy he hecho una mini-encuesta entre algunos compañeros de trabajo convenientemente seleccionados. La pregunta era muy simple: “¿Qué es Linux?” Las respuestas han sido sorprendentes (alguna incluso bizarra), pero el resultado ha sido el que yo intuía desde el principio.
De cinco personas abordadas, solo una ha contestado correctamente. Ha dicho: “¡Un…! De estos… ¡¡Uno como el Güindous!!” (sic). Aunque no me ha dado una definición wikipédica propiamente dicha, he decidido hacer gala de gran corazón y se la he dado por válida. A continuación, hago un breve resumen de las demás respuestas (todo transcripciones literales):
1)      No sé. ¿Pero qué es, de tele, o qué…?
2)      ¿Esto para qué es? (…) Ni idea (…) Si te va la nota en esto me invento algo, ¿no? He-he-he.
3)      Me suena, me suena. No sé…
Y, aunque la que viene a continuación, en realidad ha sido la primera que he recibido, he decidido cerrar con ella por su brillantez:
“El amigo de Snoopy (…) El del Charlie Brown, el de Snoopy”.
¿Qué quiero constatar con todo esto? Primero, que muchos creativos de medios audiovisuales se cayeron de pequeños en la marmita de los tripis; y segundo, que el índice de gente que conoce el sistema Linux es tan bajo como el de las películas soportables de Lars Von Trier (1 de cada 5).
Pero, ¿por qué el éxito de Microsoft Windows? Linux es un sistema operativo gratuíto que se distribuye con las fuentes de los programas, lo que permite al usuario “tunearlo” a su medida (de esta forma, infinidad de personas en todo el mundo colaboran en el desarrollo constante del sistema a través de internet); además, se cuelga menos. Y al ser un programa desarrollado por/y para internet, tiene un amplísimo soporte de comunicaciones y redes. ¿Por qué, sin embargo, es Windows el sistema operativo que reina en el 90% de los ordenadores personales del mundo?
Ya hemos hablado un poco del ascenso y éxito de Microsoft en el mundo informático y empresarial. Volver a analizar el proceso que llevó tantos unos y ceros a la cuenta bancaria de Bill Gates sería redundante, así que hablemos un poco de la situación presente.
Curiosamente, el principal factor del demérito de Linux frente a Windows, es el desconocimiento. Y digo curiosamente, porque dicho desconocimiento viene originado por el actual reinado de Windows; un círculo geek-cioso que empieza y acaba en las prácticas cercanas al monopolio de Microsoft. Windows triunfa porque el usuario medio no conoce Linux; el usuario medio no conoce Linux debido al reinado de Windows.
En este punto,  podríamos hacer la siguiente reflexión: “De acuerdo, Windows manda. Pero ahora ya sabemos que hay por ahí otro sistema operativo gratis, que puede funcionar igual de bien. ¿Por qué no me cambio? Además, me reforzaría como moderno y anti-sistema, sin tener que ir a manifestaciones a testear con mi cráneo el correcto nivel de calidad de las porras policiales“(esta última parte no tiene por qué estar presente, es un aportación personal). La razón para el NO CAMBIO es muy sencilla.
Mucha gente que tiene ordenador, desconoce lo que es el sistema operativo. Este es un dato que a menudo se nos olvida, ya que nos hemos acostumbrado muy rápido a hablar de sistemas operativos, memorias RAM, megas, gigas y puertos USB; pero debemos tener presente que, a día de hoy, continúa habiendo gente que lo único que entiende por “disco duro” es cualquier LP de Ramoncín. De la gente que sí sabe lo que es un S.O., la mayoría no lo cambiaría, porque (en el hipotético caso de saber hacerlo), conlleva trabajo, que es el mal a evitar en el momento en que te compras un ordenador para acceder a la mayor cantidad de información posible a golpe de click. ¿Quién quiere andar buscando el dichoso Linux por la red? ¿A quién le apetece instalarlo y leer documentación para saber manejarlo, cuando ya te han vendido un win-ordenador ready-to-go? Demasiado tiempo a invertir. “¿Que luego puedo modificarlo? ¿Y quién quiere cambios en el sistema? ¿Y si le pasa algo, a quién llamo?” Hay muchos videos de Justin Bieber  por ver en Youtube, y pocos amigos informáticos a los que dar la brasa en caso de alarma. No hay tiempo ni ganas de cambios.
Como reflexión final, yo diría que Linux, a pesar de haber crecido bastante en los últimos años, continúa siendo un sistema operativo vinculado a informáticos/geeks/gente con experiencia. Recordemos que estamos hablando siempre del público generalista. Es posible que las opciones de Linux, su operatividad y su constante desarrollo puedan resultar atractivas para un sector del público, pero no es suficiente para dominar el mercado.

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